martes, 1 de junio de 2010

ENSAYO- ! ANTES MUERTA QUE SENCILLA !

Desde hace ya largo y tendido tiempo, se viene sucediendo, desde muy diversas culturas y sociedades, aunque siempre con pequeños matices diferenciales pero que visto de forma objetiva podríamos atrevernos a llamarlo incluso universal, postulados sociales que “empujan” con intencionalidad, a la persona individual, hacia una meta impuesta, sin permitir que esa persona, que es capaz y debe ser capaz de elegir, decidir por sus propios medios e ideales, lo que quiere ser, lo que quiere expresar y, por supuesto, cómo desea expresarlo. Es lo que comúnmente se conoce como “Estética Social”.

De todos es sabido, y yo en este texto no me voy a dedicar a repetirlo, que las distintas sociedades han intentado, por todos los medios, que los individuos que se encuentran en su área de influencia, acojan como pensamientos propios, los ideales de belleza que en ese determinado momento resulta de interés para algunos sectores de la sociedad, ya sea debido dicho interés a factores económicos, políticos o, incluso, sociales.

Pero, ¿qué es la estética? La Estética es una disciplina humanística que se encarga del estudio de la belleza... y la fealdad o, en una definición más moderna, podríamos decir que es la experiencia estética y los valores estéticos. Es decir, es todo lo perteneciente o relativo a la percepción o apreciación de la belleza. Y me sigo preguntando, pero, ¿qué es la belleza? aparte de ser una cualidad de la estética, a mi parecer, es un término que no resulta fácil definir, caracterizar o imaginar, y menos aún entiendo, que parte de la sociedad intente unificar en las personas lo que el término en sí, significa para ellos, y sean capaces de definirla con tanta facilidad y, a la vez, frialdad. ¿Son unos ojos verdes grandes e incandescentes? ¿Quizás unos ojos más rasgados y de color negro? ¿Un reluciente cabello dorado? ¿O pelirrojo? ¿Una piel fina y tersa como el terciopelo? ¿Un cuerpo esbelto y con las medidas perfectas? ¿Pero, qué es perfecto?....me podría seguir preguntando qué es la belleza hasta terminar con este escrito.

Desde mi pensamiento, considero de gran dificultad poder definirla. En este sentido estoy de acuerdo con Simone De Beauvoir cuando afirma que “La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad”. Eso sí, podría asegurar que, en todo caso, lo que es belleza, dependerá:
Por un lado, de lo que lo que se está observando, es decir, a qué le estamos dando la calificación de bello… ¿a una persona?, ¿a una cualidad de esa persona?, ¿a un conjunto estructurado de manifestaciones físicas pero también de personalidad interna? O ¿a solo a la parte que nos atrae de dicha persona?...

Por otro lado, considero que también dependerá, en gran medida, de cómo se esté observando aquello que queremos describir como “belleza”, es decir, si se está observando desde una postura de mentalidad abierta, en donde para todo hay cabida, donde no tienen espacio los prejuicios y estereotipos que existen socialmente, o incluso, de forma individual; o estamos observando de manera cerrada, sin dar la posibilidad de ni siquiera participar, a aquella belleza proveniente de otras culturas, ideales o estética muy distinta a la de la persona que observa. En este sentido creo que cobra mucho valor la subjetividad de cada persona, y es, lo que en su mayoría hace que definir el término sea tan delicado.

Y por último, y que en mi opinión creo que es lo más importante, y está estrechamente relacionado con lo citado anteriormente, es que considero que dependerá de los ojos o la mirada con la que se mire, es decir, considero que cada persona mira a las demás desde su persona, desde su propio parecer de las cosas, desde su único y propio pensamiento…por lo que dependerá de lo que para esa persona sea la belleza, sea lo que le llama más la atención de lo que observa y de su propio gusto estético, a lo que denominará con este nombre. En este sentido, considero que para unas personas la belleza se esconderá en cualquier mínimo detalle físico de otra persona, como por ejemplo una cara bonita, unos labios rojos y tiernos, o unos ojos negros, pero muchas otras, se fijarán más en la belleza interior, aquella que no se ve, no se toca y no se palpa, a no ser que te la encuentres en el camino, debido a que esa belleza solamente se siente…Pero no se puede generalizar el pensamiento subjetivo que una persona muestra sobre cualquier otra, ya que como siempre se ha dicho, “para gustos los colores” y creo que es una frase que resume muy bien el pensamiento que en estas líneas intento exponer.

Continuando con el tema que aquí nos atañe, yo me sigo preguntando, ¿Por qué parte de la sociedad persigue la estética social? Después de reflexionar, en gran medida, esta pregunta, he llegado a la conclusión de que parte de la sociedad, lo que pretende como fin último, es unificar las mentes y los pensamientos de la mayoría de las personas sobre lo que debe ser la belleza en esa cultura, para así, posteriormente, poder controlar y guiar a dichas personas, al consumismo desmesurado de diferentes bienes materiales, que quieren convertir en necesidades de primera categoría, que esa misma parte de la sociedad se ha esmerado en diseñar, producir y distribuir para todos los individuos de ese territorio. Después de este durísimo trabajo de diseño, producción y distribución de bienes, esta parte de la sociedad, pretende exponer a todos los demás, qué es lo aceptable y qué no, estéticamente hablando, claro, para, a continuación, poder señalar con el dedo, ese dedo acusador, a todos aquellos que no se conforman con lo que la mayoría han ido adquiriendo a lo largo de los años como imposición en su cultura, porque estas pocas personas, entre las que yo personalmente me incluyo, no han elegido por ellos mismos, por el simple hecho de que no “va” con ellos, de que no es de su propia naturaleza, no es de su propio agrado…, porque , en realidad, lo adecuado sería lo contrario, la libertad de expresión personal como parte de la diversidad que existe en una misma sociedad y como parte importante de la persona, con las virtudes y los defectos de cada uno de ellos, pero, por supuesto, siempre tú.

En este sentido, muchas veces, aceptas lo socialmente correcto en estética social, solamente con el objetivo de agradar a esa parte de la sociedad que te invade con dichos pensamientos, pero la única persona que se ve íntimamente perjudicada eres tú, debido a que en estas situaciones lo que realmente están consiguiendo, es que tú como persona, escondas lo que realmente eres, cómo te sientes y de qué manera quieres expresarlo.

Un perfecto ejemplo de esta cuestión que estoy intentando exponer, sería el caso de los uniformes escolares, que obligan a los niños a vestir de una determinada manera. Considero que el obligar a los niños a acudir al colegio con uniformes escolares, es una estrategia que ha adoptado la sociedad para, como he dicho anteriormente, unificar las mentes de los individuos, para dirigirlos hacia un único y unitario pensamiento del gusto estético, un único y adecuado, a vistas de la sociedad, modo de vestir, ser y estar, convirtiendo, de esta manera, a los niños en meros seguidores de ideales impuestos socialmente; sin caer en el error, de que lo que están consiguiendo es coartar la libre expresión personal como parte integrante y, por supuesto, importante de la vida de una persona.

Pero, ¿no existe en España la “Libertad de Expresión”?, ¿a qué se refiere dicha libertad? ¿A tragar y conformarte con las normas y objetivos que la sociedad te impone, sobre la forma en la que debes expresarte exteriormente?, en mi humilde opinión, creo que no. La libertad de expresión es un derecho que toda persona tiene cuando está inmerso en un estado democrático, a través de la cual, cada persona tienen derecho a exponer sus ideas, a elegir expresarlas de una u otra manera y, por supuesto, a ser respetada por todos y cada uno de los miembros de esa sociedad, sin poner en juicio de valor por qué lo hace, ya que lo hace porque son sus ideas, pensamientos y sentimiento, y puede y debe expresarlo a su manera. Es decir, lo más importante en este sentido, es que la persona pueda expresarse de forma individual, única e intransferible, y es desde este planteamiento desde el que me surge la duda del enfrentamiento con la estética social.

Con tu forma de vestir, expresas una parte muy importante de ti, expresas tu forma de ser, de sentir, de vivir… expresas parte de tus pensamientos e ideales, expresas parte de tu personalidad…y creo que debes tener libertad para hacerlo y no ser juzgado ni discriminado por ello.

Puedo hablar desde mi propia experiencia para afirmar este tipo de prejuicios y señalamientos con el dedo cuando no sigues la estética social marcada, ya que lo he sufrido como una experiencia personal directa.

En mi caso, debido a llevar algunos piercings que no son muy comunes dentro de lo socialmente “normal”, aunque habría que detenerse a averiguar qué es lo normal y qué es lo anormal, pero no me voy a detener a ello, y debido también a mi propio estilo estético y valor estético personal, me he sentido acusada por estos prejuicios. Así, considero los piercings que porto como parte de mi, como expresión de lo que considero mi propia persona, mis ideales, mis sentimientos, parte de mi personalidad…y si me los quitase para agradar a esa parte de la sociedad que te juzga, estaría caminando en sentido opuesto a lo que realmente pienso y soy y estarían conociendo a una persona muy distinta de la que soy en estos momentos. Esa no sería yo. Pero creo que esto que intento expresar, hay muchas personas que no lo entienden o no quieren entenderlo, cuando, sin conocimiento alguno sobre mi, se atreven a afirmar que es un “simple adorno” que muestro para llamar la atención de aquellos que me observan, para que esos se fijen en mí…Pero, ¿qué sabrán esas personas de cómo soy yo?, ¿Qué conocen de mi vida para decidir porqué yo me expreso libremente de la manera que he elegido?, ¿Qué permiso le ha dado nadie para decidir prejuzgarme?.....yo no juzgo a nadie por cómo decide vestirse, ni por el trabajo que tiene, ni por sus pertenencias materiales….yo solamente juzgaría a alguien por sus actos, y habría que conocer el motivo de sus acciones para poder, mínimamente, nombrarlo, y siempre con la posibilidad de poder equivocarte, porque no eres esa persona para poder explicar por qué decide hacerlo. Creo que no lo comprenden, tengo casi treinta años y sé perfectamente lo que quiero, quizás es por eso, porque no comprenden que pueda tener las cosas tan claras, que sepa verdaderamente cómo quiero expresarme y cargue con ello, cargue con ello porque para mí no es una carga, es mi propio pensamiento. Quizás es por eso, porque ellos no saben cómo hacerlo, porque solo se dejan guiar por aquello impuesto, aquello que se ha ido forjando con el paso del tiempo, pero que no lo han forjado ellos, es una ilusión, una ilusión que han hecho suya, solamente para creerse miembros de ese estatus, de esa disciplina, de ese canon.

Otro ejemplo de de lo que vengo exponiendo, y que lo he sufrido en más de una situación, y muchas personas se habrán visto envueltas en lo mismo, aflora en el caso de querer asistir a un determinado tipo de sala, bar o discoteca, en la cual, un portero que sigue a “raja tabla” las instrucciones de algunos de los señaladores con el dedo que he nombrado en párrafos anteriores, te prohíbe la entrada porque tu estética personal, tus pendientes o cualquier otra manifestación externa que consideras de tu persona, no concuerde con la estética social arraigada. Pero, ¿Qué prefiere? ¿Prefiere que me muestre ante él como Dios me trajo al mundo, en mi más sencilla desnudez? Lo haría, te juro que lo haría. Lo preferiría, por lo menos antes de entrar en lo que ellos consideran la estética social adecuada para poder acudir a dicho establecimiento, porque, sinceramente, prefiero que me observen en mi plena naturalidad y desnudez, por lo menos es mía, a observarme a mí misma disfrazada, a disgusto, incómoda, avergonzada, extraña…

En este sentido, puedo considerarme una persona Autárquica, la cual tienen el dominio de sí misma, la cual elige qué quiere expresar, cómo lo quiere hacer y porqué lo hace, sin dejar que el veneno de la estética social invada mi pensamiento, sin importarme el qué dirán los demás, sin hacer caso de aquello en lo que no creo y sin entender cómo las personas pueden acoger algo como propio cuando, ni por asomo, lo es.

En concordancia con esta idea, me surge otra pregunta que los filósofos han intentado contestar desde hace ya bastantes años, sin conseguir responderla en su totalidad. ¿Se hereda el sentido estético o lo adquirimos y desarrollamos a través de la cultura? En mi opinión, considero que las dos cosas. Cuando nacemos poseemos un sentido estético puro, individual, único, ya que todavía no ha sido sometido a la influencia de la sociedad, pero también considero que es adquirido, y que la sociedad en este sentido, ejerce una gran influencia y se esmera para ello, para que los miembros de una misma sociedad desarrollen la norma del gusto y las diversas formas de apreciar y producir la belleza, por lo que considero que en realidad los dos puntos de vista son complementarios.

En primer lugar, considero que el gusto estético, no ya el valor estético, debido a que cuando se tienen conciencia del valor estético como tal, ya hemos sido influidos por gran parte de la sociedad para tener ese pensamiento, lo heredamos, lo traemos con nosotros mismos genéticamente. Para mí una prueba de ello, son las acciones de los niños, las elecciones de estos cuando en las primeras edades se les incentiva a imaginar, a desarrollar la creatividad innata a través de dibujos y otras actividades, cuando, sin tener conciencia de ello son capaces de elegir los colores para su cuadro, cuando te dicen que esto es bonito y sin embargo aquello no lo es, y le preguntas ¿por qué? , y en realidad no son capaces de contestarte, simplemente porque para ese niño, que tiene el gusto estético puro, es bello lo que ve o, por el contrario, no lo considera tan bello como cualquier otra persona, porque, simplemente, no están influidos por la estética social, sino que se fijan en ello por pura intuición, porque les llama la atención, porque se fijan en los detalles sin casi percepción de ello, no se fijan en lo superficial, sino en lo que el corazón les dicta. En este sentido, creo que el gusto estético es innato.

Pero, por otra parte, considero que el valor estético sí es aprendido, debido a que de forma imperceptible, al vivir en el seno de una sociedad concreta, sus valores traspasan la lógica individual, ya que en el día a día de sus vidas se están viendo continuamente imágenes, señales, publicidad, estereotipos…que refleja esa sociedad, y los niños son altamente influenciables a través de lo que observan a diario, y por supuesto, a través de lo que aprenden en el sistema educativo. De esta forma, creo que hay que cuidar cómo se trasmite en la escuela este valor estético, y creo que hay diversas materias que son favorables a ello, en el mejor sentido, ya que a través de ellas se puede desarrollar la experiencia estética en los niños de la manera más adecuada, intentando abrir las mentes de estos para que aprendan a analizar la información que a diario observan, para que sean capaces de escoger lo que realmente quieren de lo que observan, porque es así cómo quieren expresarse.

Así, cabe preguntarse, ¿qué aporta el arte o la educación estética al desarrollo del niño?, para contestar a esta pregunta, creo que lo más adecuado es tratar el tema desde cada una de las disciplinas que para mí, pueden fomentar de la forma más adecuada una estética personal, que consiga estar fuera de la influencia de la estética social y de los estereotipos y prejuicios que ella trasmite.

En primer lugar, y por la relación que existe con esta asignatura, quiero hablar de las Artes Plásticas. Las artes plásticas se refieren al desarrollo del lenguaje visual, es decir, contemplar, y vivir intensamente el mundo que nos rodea, en todas sus formas y valores. A través del desarrollo de las artes plásticas se expresan diferentes aspectos de la realidad exterior, pero también del mundo interno de cada individuo, debido a que es una disciplina que desarrolla la creatividad, la imaginación y apoya a la manifestación espontánea de la personalidad. Por lo cual considero que es desde aquí desde donde se debe fomentar la libre expresión del niño, de valorar el mundo en su totalidad, pero refiriéndome a los mínimos detalles que cada persona aporta de manera individual a esa totalidad, a ver el mundo desde una perspectiva abierta, donde todo cabe y vale la pena, simplemente por el respeto de ser propio, tuyo e intransferible, es único, aunque a veces puede ser también compartido, lo cual lo hace mucho más valioso, para esa persona, pero, sobre todo, para todos los demás. También considero que se puede promover, de esta forma, la empatía, la eliminación de los prejuicios y estereotipos, la valoración de la multiculturalidad y de la expresión de cada cultura, pero, sobre todo, de cada persona.

En segundo lugar, otra disciplina importante para lo que nos atañe, es la Música. Todos sabemos que la música incentiva en el niño la percepción, la capacidad de autoexpresión y de nuevas formas de comunicación. Partiendo de esta premisa, creo que desde la música se puede desarrollar, de manera determinante, la expresión individual, la elección de diversas formas de expresarse a través de tu propio estilo musical, debido a que, al igual que se enseña al niño los distintos estilos musicales, se puede desarrollar y aprender a valorar las distintas formas de expresión, que el humano puede adoptar.

En tercer lugar, creo que habría que hablar de la Danza, la danza que ya en sí misma significa expresión corporal, donde es imprescindible la utilización del propio cuerpo como medio de expresión. Qué decir de la danza entonces en cuanto al desarrollo de la expresión personal e individual de los niños. Considero que es una disciplina importante para el adecuado desarrollo de la estética individual del niño, debido a que a través de ella se valora cómo cada persona es capaz de expresarse y aprender a estar contentos con su propio cuerpo y con la manera en que han elegido expresarlo, ayudando al desarrollo del niño como persona. También la danza, fomenta en los niños, el reconocimiento y la valoración de su propia capacidad para generar imágenes a partir del conocimiento de ellos mismos y, por supuesto, del entorno, tanto natural como social. Como conclusión, la danza es muy importante, ya que promueve en los niños la expresión corporal y personal, la sensibilidad, la socialización, la expresividad, la desinhibición y el control corporal y de los gestos, y son aspectos esenciales, que utilizados de manera efectiva, pueden hacer que los niños desarrollen un sentido estético de valor mutuo, en el cual cada uno se expresa de la manera elegida, pero siempre respetando la expresión del otro, siendo sensibles a los sentimientos de los demás y creando en el niño, una mentalidad de apoyo recíproco, para poder escoger la forma de expresión más acorde a tu persona. A la vez, se puede enseñar el valor de los diversos tipos de danzas, sobre todo si queremos desarrollar en los niños la interculturalidad y el respeto de otras culturas y, por supuesto, de cómo éstas se expresan, sean por las razones que sean.

Por último, y sin permitirnos que faltase, estaría el Teatro. El teatro, ese lugar de encuentro y comunicación, de expresión de emociones e ideas, de pensamientos y experiencias; un espacio que tiene la capacidad de mostrar lo que es el mundo, lo que podría ser y lo que quizás debería ser.

El teatro tiene multitud de posibilidades en lo que se refiere al desarrollo y ejercitación de la expresión personal, de la estética y del arte. A través del teatro tenemos la posibilidad de fomentar en los niños por ejemplo, la empatía. Esa capacidad de ponerse en el lugar del otro, ese respeto a los pensamientos, sentimientos y manifestaciones de los demás, esa forma de ser, positiva y necesaria para poder, realmente, vivir en sociedad.

Por otro lado, a través del teatro se ponen en práctica situaciones de la vida diaria, por lo que, en este sentido, se pueden representar diversas situaciones de la estética social como imposición social, y de la expresión personal como cohibición, y así hacer entender de forma participativa, lo que se viene dando en la sociedad de hoy día, para que, posteriormente, los niños sepan discriminar estas situaciones, y aprendan a observar lo que hay, analizar la situación y elegir, de forma individual, cómo quiere ser, cómo quiere vestir y de qué manera se quiere expresar, para desarrollarse verdaderamente como persona autónoma. También, desde este planteamiento, se pueden provocar situaciones de estereotipos, prejuicios y xenofobia, para intentar disminuir su influencia real de la sociedad en los niños, y para que éstos aprendan a verlas e intentar eliminarlas.

El teatro ayuda a los niños a sacar fuera, sentimientos y emociones, lo cual favorece la creatividad, la motivación y la autoconfianza de estos, y donde aprenderán la pertenencia a una sociedad y una cultura determinada, la convivencia con muchas formas de expresión personal frente a la tuya propia y un respeto mutuo por la estética personal.

Por último, creo que desde el colegio se pueden adoptar también otras técnicas para desarrollar la libre expresión y la creatividad en los niños, que quizás son menos utilizadas, pero no por ello menos efectivas. Me estoy refiriendo por ejemplo, a las visitas a exposiciones de arte o a talleres de diversos artistas de su localidad y a la realización posterior de trabajos propios, en relación al artista conocido; de manera que se ponga al niño en contacto directo con la realidad que le rodea, de manera que puedan observar mejor las diferencias, la gran diversidad de colores que se mueven por el mundo, la gran variedad de tipos de expresión y estilo personal.

Para concluir, solamente decir que considero indispensable en la educación de todas las personas, y sobre todo, en los niños, educar desde una mentalidad más abierta y fomentar una mayor creatividad, pero creatividad como imagen física exterior de uno mismo, como un proceso, una secuencia sucesiva de acciones, en la que primero observa, luego reflexiona, posteriormente analiza y por último, crea su propio estilo personal; y creo que el arte, es una alternativa sumamente valiosa dentro de la educación, y para todos los niveles, por lo que los docentes deben procurar en sus materias, sobre todo si son las nombradas anteriormente ya que considero que son las que mejor desarrollan la estética y la expresión, utilizar una metodología diversa, en la que intente innovar a diario, para incentivar la motivación y disminuir la monotonía, para no utilizar simples libros de texto en los que seguir las instrucciones para realizar una actividad, sin darse cuenta de que esa actividad no desarrolla nada en el niño, sino que habría que ir más allá, hacer que se “expriman los sesos”, desarrollar en ellos la capacidad crítica, que aprendan a pensar, a extraer detalles de las cosas más simples, a observar la realidad, y así, desarrollarse como personas libres, que saben lo que quieren, cómo lo quieren y por qué lo quieren.

Posteriormente, si se siguen dejando influenciar por los demás, por la sociedad, será ya una decisión “autónoma y personal”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario